Documentación

Blog dedicado a la asignatura "Tramiento Informático de la Información. Bancos y bases de datos".

24 octubre, 2006

VISITA AL FONDO ANTIGUO DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA
El día 19 de octubre alumnos de Humanidades de la Universidad Pablo de Olavide, gracias a la asignatura de Biblioteconomía, tuvimos el placer de visitar el Fondo Antiguo de la Universidad de Sevilla. La visita fue dirigida por Eduardo Peñalver, jefe de sección del fondo, que nos brindó todo tipo de información y descripción sobre el lugar, el funcionamiento de dicho lugar y de los ejemplares que contenía, así como la labor de digitalización que se está llevando a cabo en la actualidad.

En lo que se refiere a la visita, Eduardo Peñalver comenzó hablándonos de la organización de la Biblioteca General de la Universidad de Sevilla. Ésta, curiosamente tiene un carácter público, por lo que es de libre acceso para los ciudadanos.

Más tarde, en la sala de investigación, se nos dieron unas nociones generales que sin duda resultaban muy útiles para entender la historia y la forma del libro, y con ello, de este Fondo. Nos dio explicaciones, por ejemplo, de qué era un códice, un incunable, y además nos habló de las partes del libro, de las encuadernaciones, etc, algo que me pareció muy interesante y útil para la carrera que estudiamos. Además, nos explicó los catálogos que allí se encontraban, destacando el Francisco Aguilar Piñar (que se utilizó hasta el siglo XVIII), y el de Antonio Palau. Dicho catálogo incorpora un adelanto muy útil: el índice por palabras clase, ya que anteriormente el índice se regía pro el nombre del autor del libro, lo que dificultaba más sin duda el proceso de búsqueda que esta innovación. También muy importante es el catálogo del ABEPI (Archivo Bibliográfico de España, Portugal e Iberoamérica).

Visto esto, nuestro guía se centro en el Fondo Antiguo, que sin duda es muy valioso. Cuenta con 330 incunables, 917 manuscritos, y numerosos volúmenes de los siglos XVI, XVII y XVIII. La procedencia de esta cuantiosa cantidad de ejemplares es diversa. La universidad, desde su fundación en 1505 fue adquiriendo una numerosa bibliografía, sobre todo gracias a las colecciones de los fondos de las bibliotecas jesuitas, y a los fondos de los conventos que padecieron la desamortización de Mendizábal, además de donaciones de particulares, como las de Montoto y Azaña, y las de profesores de la propia universidad.

Después pasamos a la sala de trabajo, donde, reunidos alrededor de una mesa, Eduardo nos enseño una serie de libros antiguos de forma cronológica pero a la inversa. Supongo que al igual que para mí esta fue la parte más significativa y emocionante de la visita, pues es algo que no se puede hacer todos los días, y que, especialmente para alumnos de Humanidades, al menos para mí, tiene un significado especial y muy interesante.

Entre las obras más interesantes que pudimos ver se encontraban un Corán de finales del siglo XVIII, guardado en una bonita bolsa de cuero. También la Conjuración de Catalina y la Guerra de Jugurta, de Salustio. Del siglo XV nos encontramos con la Crónica de Nuremberg, de 493, que contaba con varias xilografías, varias de Durero, y El sueño de Polifilio., novela impresa en Venecia.

Personalmente las obras que más me llamaron la atención y que más me emocionó ver fueron el Índice de libros prohibidos por la Inquisición y la Biblia, de Gutenberg. La primera, debido a que con anterioridad había estudiado el tema de los libros prohibidos por la Inquisición, y fue genial poder ver y tener cerca un índice de libros prohibidos, Además, también fue muy interesante poder ver libros censurados, con partes tachadas con tinta, con páginas rotas, etc, porque, aunque sea algo poco lógico, a veces se nos olvida, o al menos a mi, que esto realmente ocurrió y que no sólo pasó en los libros o en las novelas. Es un acercamiento a la realidad y a la historia que le dio mucha más verosimilitud a lo que antes había estudiado y que no había podido asimilar completamente hasta ahora.

Por otra parte, fue muy especial poder ver la Biblia de Gutenberg, una edición del primer libro que se imprimió, hacia 1454. esto también es importante para mí porque…es, a mi entender, es el inicio de una nueva historia del conocimiento, una historia de la que nosotros formamos parte. En la actualidad no podría concebir mi mundo sin un libro, sin un libro impreso, pero éste no siempre existió, y el inicio de este nacimiento lo tenía ante mis ojos. No dejó de sorprenderme, además, el buen estado de conservación del ejemplar, del cual sólo hay dos en España, una en Burgos y otro aquí, pero el tener un Gutenberg ante tus ojos, sin un cristal de por medio, es algo verdaderamente insólito y algo muy emocionante.

Tras esto, nuestro guía nos explicó el proyecto de digitalización llevado a cabo por la Universidad de Sevilla y financiado por el Banco Santander. Esta me parece una iniciativa muy buena, ya que permite acercar estos tesoros a la población en general, gracias al fácil acceso que se puede tener y desde nuestra propia casa. Es muy interesante que se apueste por iniciativas tan buenas como esta, y más por parte de una entidad bancaria.

Una vez dicho todo esto, me gustaría continuar con una visión personal sobre la visita y la información prestada en ella, aunque ya he apuntado anteriormente algunas ideas.

En primer lugar, evidentemente me parece muy interesante el hecho de poder ver ejemplares tan valiosos tan de cerca, algo que está fuera de lo común. Me sorprendió gratamente el hecho de que los sevillanos tengamos entrada libre a este lugar tan especial, pues creía que el acceso estaba bastante restringid por la importancia del patrimonio que contiene.

En segundo lugar, me sorprendió el proyecto de digitalización, algo que no conocía, y que me parece de gran utilidad y, también, por qué no, de gran interés para curiosos como yo. Aún más me sorprendió el hecho de que se pueda solicitar a la universidad que se digitalice un ejemplar que te interese especialmente.

Aspectos negativos no encuentro muchos, excepto el limitado espacio del lugar, que llama la atención teniendo en cuenta la importancia de su contenido, y el gran calor que hacía allí, algo que dificultará sin duda, o al menos incomodará bastante a las personas que tengan que trabajar allí. Además, me sorprendió mucho la escasez y antigüedad de los materiales técnicos que poseían.

Por lo demás, esta experiencia me ha parecido muy gratificante, algo muy interesante, fuera de lo común. Por cosas como estas cada día me convenzo más de por qué me gustan las humanidades y no otra cosa, por qué elegí mi carrera y no otra. La respuesta: porque hay cosas que inexplicablemente me llenan, como tener cerca esos libros.