Documentación

Blog dedicado a la asignatura "Tramiento Informático de la Información. Bancos y bases de datos".

09 junio, 2007

El documentalista en el siglo XXI

En otro post hablé ago sobre la figura del documentalista pero… creo que también es muy importante hablar de la figura del documentalista en el siglo XXI.
El tiempo es oro. Esta es una frase que todos hemos escuchado miles de veces, pero que en los últimos años está cobrando mucho más significado. En una sociedad globalizada, capitalista como la actual, el tiempo es uno de los factores más importantes que existen, porque el gran “reto” es conseguir más con menos, y no iba a ser menos la fórmula de “menos tiempo, más dinero”.
Otro elemento de poder sin duda es la información. Es “vino viejo en odres nuevas”, es decir, la información siempre ha dado poder, pero si lo unimos al factor tiempo, y al capitalismo… Sale una fórmula muy potente.
La labor del documentalista, en este tiempo, por tanto, es muy importante: consigue información en el menor tiempo posible. No podemos olvidar, además, que las nuevas tecnologías, y sobre todo Internet, son un elemento clave que el documentalista debe utilizar.
“Internet es ya como la piedra filosofal en la búsqueda de la información documental en nuestro tiempo y lo será aún más en el futuro”. Éstas son palabras de José Luis del Río Sadornil, de la Complutense, y que razón tiene…
En relación ha esto es muy interesante una ponencia llevada a cabo por el autor anterior en el Primer Congreso Universitario de Ciencias de la Documentación: El documentalista en la sociedad de la información, que me parece muy interesante y que os recomiendo. Aquí me gustaría mostrar una parte de su ponencia que me parece de especial interés para el tema:

“La búsqueda de información, su contextualización y su recuperación han encontrado una poderosa arma en las novísimas tecnologías: Internet permite el acceso, tanto a las fuentes oficiales, como a informes interesantes, trabajos de investigación, comentarios particulares y a un sinfín de material, que no podría darse a conocer de otra manera. Y es un deber del «documentador» conocer las potencialidades de las redes, saber explotarlas y obtener el máximo rendimiento posible, de ellas.

De esta manera, las actividades del documentalista, hasta ahora limitadas a ser elementos de apoyo en la producción de información a corto, medio y largo plazo, se diluirán con las tradicionalmente asignadas a los profesionales de los medios, provocando la aparición de uno nuevo: el «consultor» o «gestor» de la información digital, responsable, tanto de la recuperación de datos, como de la definición de los nuevos contenidos, a partir de una combinación totalmente nueva de fuentes y su difusión por los medios electrónicos

El nuevo perfil del «documentador» en funciones de «consultor» y «gestor» digital de
la información documental podrá exigir los siguientes rasgos de su profesional:
  • Constituirse en experto de la búsqueda documental y de la localización de las fuentes secundarias, con la capacidad de detectar e identificar fuentes de información potencialmente relevantes para las necesidades de los usuarios.
  • Ofrecer servidores útiles y asequibles, tanto a los usuarios como a los demás profesionales, que sirvan de soporte en la ejecución de la búsqueda compleja en las bases de datos y ficheros de cualquier naturaleza.
  • Ser«tutor» de los usuarios, orientando la ayuda a que se ayuden a sí mismos31 en la labor de discernir los temas y de crear guías y manuales de recursos que los lleven a las fuentes pertinentes, buscando soluciones a las necesidades puntuales de los mismos.
  • Comprobar y verificar por el rastreo electrónico de fondos, ficheros y bases de datos, los resultados, aclarando cualquier duda en la interpretación de los lenguajes y en el uso de las técnicas documentales.
  • Diseñar y mantener el conjunto de ficheros y bases de datos necesarios para la función del centro, un inventario de todas las fuentes de información disponibles con un indicativo de localización exacta, la telemática que corresponde, su cobertura y nivel de actualización, así como una descripción pormenorizada de cada uno de los ficheros que la integran y sus contenidos.
  • Evaluar los recursos informativos, bases de datos y demás fuentes de información electrónica en Internet, porque ninguno de los ingenios automáticos, incluídos los «knowbots» o robots inteligentes, puede decir qué fuentes son las mejores para encontrar información que se precisa, ya que “los criterios a considerar son más complejos que los aportados por los sistemas mecánicos, cuya capacidad de selección reside en una mera aparición y/o repetición de un término más o menos impreciso en un documento electrónico”

Como conclusión, creo que la figura del documentalista en el siglo XXI es muy importante y debería ser más valorada, pero es necesario tener en cuenta que el documentalista debe adaptarse y controlar las nuevas tecnologías, quizás es el profesional dedicado a la información que más debe hacerlo, porque si no, en el tiempo en que estamos, su labor se quedaría obsoleta y perdería en gran parte su sentido, y sobre todo su eficacia.

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